martes, 3 de enero de 2012

Arianita

"Babú, cuando tu eras pequeñita, ¿te pusieron ese nombre?" Creo que empieza a pensar que es un nombre muy extraño, como de hechicero medieval, aunque a mí me parece encantador. " No mi amor, ese nombre me lo pusiste tú cuando eras pequeñita y empezabas a hablar." "¿Y tienes otro nombre?" Sus ojos oscuros chispean de curiosidad esperando mi respuesta. "Si, tengo otro, me llamo Ruth" ¿Si? dice ella como tratando de asimilar el descubrimiento. "Te llamas Ruth, así que perdiste tu nombre..." reflexiona con seriedad; " y Papo (el abuelo), ¿tambièn perdió su nombre? " "Si, se llama Tevni, igual que tu tío... "

Ella asume que los nombres que nos da, son los verdaderos nombres; me abraza, me da besitos en las manos y en la cara y me dice: ¡"Babú, te quiero tanto!". ¡Qué maravilloso regalo es el amor de los nietos! Esta encantadora conversación sucede una noche en mi casa, mientras la acompañaba a dormirse, o al menos a intentarlo, porque a ella le parece que dormir es perderse un poco de la vida que acontece a cada minuto..

Arianita es una niñita encantadora, alegre como un cascabel, activa, independiente, espontánea, extrovetida, y conversadora. Le encantan los niños y la gente, sin importar si los conoce o no, si vienen a su casa o están en la calle, en el parque o en las tiendas. Es decidida y valiente frente a las circunstancias que le toque afrontar ya sea que las elija ella o que le sean impuestas, como la noche de sábado cuando salimos a pasear para ver el alumbrado de navidad y al llegar al parque quiso bajarse para caminar sobre la nieve; le dije que hacía mucho frío y que aún bien abrigadas, lo íbamos a sentir, pero me dijo: "no importa Babú, vamos". Después de caminar unos 100 metros en el intenso frío, le dije: "Mira, allí nos viene siguiendo el Papo en el carro por si nos da mucho frío y queremos regresar." ¿Dónde? me dijo vivamente interesada. "Allí, míralo" Entonces lo vio y tomándome decidida de la mano me dijo: "Aaah, entonces vamos al carro". Era evidente que tenía mucho frío, y al encontrar una salida honrosa, la aprovechó; de otra manera, creo que habría caminado un poco más.

La escuela es para ella un lugar fascinante, porque está lleno de niños, y tiene allí muchos amigos; un buen día llegó a su casa con una novedad: "mami, me voy a casar con Dovanan (Donovan), y vamos a tener un perro. (La madre suspira aliviada). Ama a sus maestras, "mis Missy" y "mis Tifany", y a pesar de ser tan extrovertida y conversadora, cuenta sus aventuras en casa dosificándolas y reservando información según le parece conveniente. Si la madre comienza a indagar sobre algún detalle más de lo "prudente", ella no cuenta más y dice simplemente "no sé". "Arianita, dice la mamá, ¿qué más hicieron después de jugar?". La niña contesta: "aaaahh, no sé mami, no sé" y es mejor dejar las cosas allí porque ella no hablará más del asunto.

Tiene toda la incansable curiosidad de los niños de su edad; tengo entre los adornos del estante de libros, un pequeño cuadro que presenta la fotografía de un hermoso tigre posando en un paisaje de montaña, de pronto me pregunta: "Babú, ¿cómo hiciste para tomarle esa foto a este tigre?, ¿cómo hiciste para que no te mordiera?". Oh, estaba distraído, le digo yo que no quiero deshacer su inocente suposición.


A sus 4 años, ama la navidad con todas sus luces y sus adornos, "Santa" es su personaje favorito, ella asegura que es real, que existe y que vendrá en la nochebuena a traerle regalos, a pesar de que la madre le ha dicho claramente que lo de "Santa" es un cuento y que sus padres son los que compran los regalos. Ella reacciona enojada ¡Sí existe, él va a traer los regalos, sí existe!. Ella creerá lo que ha decidido creer. Fin de la discusión.

Es una edad maravillosas la de los 4 años, la niña cree que es de ley comer palomitas de maíz mientras ve una película y piensa que el día que nieve, será navidad y "Santa" bajará por la chimenea; le encanta comer en McDonald, aunque no le permiten ir allí más que de vez en cuando. Le gusta la ropa y los accesorios con adornos de lentejuelas, su color favorito es el rosa, aunque, bueno... también el azul y el café. Es feliz en el carrusel que está cerca de nuestra casa y el animal favorito para montar es "el soldado caballo", un caballito verde con aparejos de batalla. Le encanta dibujar unos alegres y risueños renos de larga cornamenta; supongo que el tema cambiará cuando pase la época navideña.

Le gustaría mucho ser niño para que no le desenreden el cabello, pero no quiere que se lo corten. Le encanta hacer galletas de navidad y después decorarlas con chocolate derretido y con "sprinkles" (adornitos diminutos para decorar galletas o pasteles), los cuales añadió generosamente, mientras estuvo conmigo, a cualquier otro alimento, desde la sopa hasta un taquito de frijoles y queso; varias veces me lo ofreció asegurándome que estaba riquísimo, y me pareció que tenía razón. Le gusta desayunar con 7 pancakes, (no creo que sea una cábala bíblica) muy pequeñitos y untados de "nutela" (el comercial es gratuito).

Es feliz jugando a las escondidas con los abuelos, pero es tan miedosa que no toma su turno sola para evitar sufrir un susto muy grande al ser sorprendida. No le gustan las muñecas, pero ama los peluches, los perfumes, las botas brillantes y los tenis con lentejuelas, y tener el cabello largo.

Sus juguetes favoritos son los carritos de "cars 2" los "legos", los rompecabezas, los juguetes electrónicos como todos los niños de su generación; es amorosa, expresiva y peliona (nadie es perfecto), le encanta una historia de la Biblia antes de dormir, venir a casa de sus abuelos sola, aunque después de algunas días de no ver a sus padres, se pone loca de contenta cuando los vuelve a encontrar.

Los niños son los personajes más ingeniosos y divertidos que existen y pasar un tiempo con ellos es absolutamente refrescante y una experiencia afectiva maravillosa. Cierro mi pequeño texto con una frase de mi nieto de 7 años, un niño reflexivo y tranquilo que siempre me ha brindado su amor y su confianza. Estaban ya todos listos para el ritual de abrir los regalos de navidad, y yo volví a la cocina por un momento para buscar algo; el niño notó mi ausencia y fue a buscarme; me dijo: "Nana, ven porque la navidad no va a ser buena sin tí".

Dios bendiga a mis preciosos nietos, su amor y aceptación incondicional no tienen precio, son un maravilloso regalo.

5 comentarios:

Angelita dijo...

Los ninos son incansablemente preciosos, inocentes, espontaneos, sinceros, atrevidos,nobles, carinoso, sin prejuicios y mas. Gracias a Dios por los ninos. Es lindo que disfrute asi de sus nietos. Bendiciones profita!!

Anónimo dijo...

Q Linda narracion sobre Ari, Ella Es tan dulce y tan especial q Es muy facil quererla! Se ha ganando nuestro corazon!

Anónimo dijo...

Que nietecita tan inteligente. Es de la edad de mi niño, pero mi niño no es tan civilizado, no sé si será por género o por carácter. Los niños son felices con sus abuelos, un padre nunca podrá ser igual de divertido, quizá porque los padres tenemos que corregirlos y los abuelos sólo se dedican a consentirlos, sobre ellos no va la responsabilidad. No cabe duda que un niño en cualquier hogar es la alegría, la ingenuidad, la locura, el alma... Estoy muy agradecida de ser madre aunque no lo haya deseado desde un principio. Un hijo cambia tu vida, la pone de cabeza pero le da rumbo. Gracias por este post, me conmovió mucho.

Ruth Grajales dijo...

Muchas gracias a todos por leerme, lo aprecio mucho, de verdad.
Ya verán ustedes cuando lleguen a ser abuelos, pero mientras tanto, me gustaría decirles a los padres, que se tomen el tiempo de disfrutar a sus pequeños, cada etapa de su vida pasa tan rápido!...
Un abrazo.

LydG dijo...

No podría estar más de acuerdo con su descripción de Arianita, ella es una niña que sabe como ganarse el corazón de las personas, incluido el mío!!